Una droga para borrar malos recuerdos
Mi hijo es la única persona que conozco que sé que se alegró cuando supo que la caída de las Torres Gemelas de Nueva York fue debida a un atentado terrorista. Él entonces era un niño y el día anterior habíamos estado viendo “Independence Day” (ya sé lo que me vas a decir, pero aunque esté cargado de tópicos a mí me parece muy entretenido). El caso es que el chaval se quedó impresionado con las imágenes de destrucción y al día siguiente, cuando me vio estupefacto contemplando las noticias, no sabía si también se trataba de otra película.
Trailer de Independence Day
Apesadumbrado, intenté sacarle de su error de una manera suave. “A veces la realidad supera a la ficción” le dije. Ahora comprendo que fue un error, pero entonces me pareció una buena manera para comenzar a explicarle el malvado acto.
Pero su mente, bastante más rápida que mis palabras, inmediatamente las interpretó en el sentido de que los causantes de semejante desastre habían sido también extraterrestres. Muy humanos desde luego no eran, pero puestos a elegir, mi hijo se sintió aliviado al descubrir que los agresores no habían sido los temibles alienígenas de la película del día anterior.
Imágenes de un videoaficionado
No tiene nada que ver, pero todo esto viene a cuento de que me acabo de dar cuenta que empleo mucho la frasecita del título, pero es que es verdad y como decía David Norton en “La caja Kovak”, escribir ciencia ficción cada día es más difícil, porque a veces la realidad supera, o por lo menos alcanza, lo que hace poco estaba en los límites de la imaginación.
Un artículo del diario ABC anuncia que se han obtenido los primeros resultados en un compuesto para borrar la memoria, bueno el titular habla de borrar malos recuerdos, pero en las pruebas hechas con animales de laboratorio parece que se borran los recuerdos en general. De momento, parece que el borrar partes de la memoria de manera selectiva y en humanos sí que está solo al alcance de la ciencia ficción. Y aún así, parece que las consecuencias del proceso no son demasiado claras. Recordad la historia de Paycheck o las intervenciones de “El Haitiano” en “Héroes”. Perder la memoria es un verdadero problemón.
Pero si tal cosa se lograse, que se hará, se nos plantearía el dilema moral de su utilización. Si aprendemos a base de comprobar que unas acciones tienen consecuencias positivas y otras negativas ¿sería útil olvidar las malas experiencias?, ¿nos evitaría un trauma o haría que volviésemos a repetir errores cometidos?, ¿seríamos mejores?, ¿más felices?... La lista de preguntas que se me ocurren se me antoja interminable.
Quizás sería más útil concentrar los esfuerzos en la investigación para tratar de recuperar los recuerdos olvidados ¿no os parece?.
Saludos,
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