Control mental, control social
Hace poco, en la Lista Hal 9000 se hablaba de una película sobre una ola de suicidios. Yo no sabía cuál era pero resultó tratarse de "El incidente". A raíz de eso la vi y me pareció un planteamiento interesante, aunque más moralista que científico.
Trailer de "El incidente"
Pero al verla me acordé de otra película unos años más antigua que también tenía un comienzo similar. Se titula "La caja Kovak", la protagoniza Timothy Hutton, está dirigida por el mallorquín Daniel Monzón y la acción transcurre íntegramente en su isla, que es también donde vivo yo. Total, que después de ver “El incidente” acabé volviendo a ver “La caja Kovak”, que además tiene el aliciente de ir reconociendo los escenarios de la acción.
Trailer de "La caja Kovak"
La película comienza igualmente con una ola de suicidios que afecta incluso a la novia del protagonista, David Norton, un escritor de ciencia ficción que ha venido a Mallorca a dar una conferencia sobre sus libros. Los que vivimos en sitios tranquilos no estamos acostumbrados a que las calles y paisajes que recorremos habitualmente salgan en la gran pantalla, aunque eso sí, la mezcla de lugares te hace volver loco. Si no lo conoces te da igual, pero si sabes dónde está cada sitio, te hace gracia que los unan o los separen según convenga al guión.
Me pareció un interesante thriller de ciencia ficción, pero de esa ciencia ficción que le falta poco para ser realidad, para dejar de ser ficción. Como dice el escritor en su conferencia “En un mundo en el que los científicos compiten por dar a luz el primer clon humano y poblaciones enteras pueden ser aniquiladas sin dañar un solo ladrillo, la cuestión es ¿se puede seguir escribiendo ciencia ficción?. Porque la realidad comienza a parecerse cada vez más a una increíble trama surgida del retorcido cerebro de alguno de mis colegas, que está dispuesto por lo que se ve, a dejarnos a los demás sin trabajo.”
Se nos plantea una inquietante situación el en la que un magnate, en realidad un científico loco, quiere obligar a David a que escriba una historia basada en su primera novela, en la que se había conseguido un sistema para eliminar a alos disidentes, ahciéndose que ellos mismos se suicidasen. Sabiendo el terrible fin que les esperaba, pocos se atreverían a disentir.
Kovak se obsesionó con las posibilidades de la idea y estuvo trabajando para hacerla realidad. Desafortunadamente para él no le hicieron mucho caso, pero ahora sabe que puede conseguirlo, sobre todo si cuenta con la ayuda mediática del autor. Por eso quiere que escriba una nueva historia, esta vez basándose en los documentos que le aporta en una misteriosa caja. Con todo ello demostrá al mundo lo que puede conseguir.
Comentario de "La caja Kovak" en el programa "Días de cine"
Para convencer a David le amenaza con seguir provocando misteriosos suicidios en cadena. El desencadenante de tal conducta parece ser una canción. Determinadas personas, a las que se realizó un sencillo implante sin que lo supiesen, se suicidan irremediablemente al escuchar “Gloomy Sunday”. Sobre esta canción circula realmente una leyenda urbana. En verdad se dice de ella que ha provocado cientos suicidios, incluso el de su autor, el húngaro Rezso Seress.
Por si tenéis curiosidad, aquí os pongo un video clip del tema, interpretado por Lucía Jiménez, la protagonista femenina de la película. Yo no creo en este tipo de leyendas, pero si tú eres de los que conoce a alguien que un día se encontró con la chica de la curva, no lo veas, que no quiero ser responsable de lo que te pueda ocurrir.
El desenlace de la historia no lo cuento. Descúbrelo tú si es que aún no has visto la película. Sólo te diré que a mí el argumento me recordó a las novelas de John Katzenbach, en las que se plantea una situación opresiva y aparentemente sin salida, en la que el protagonista es movido por los hilos de la trama que le han preparado, sin que pueda hacer nada para evitarlo. Hasta que al final consigue recuperar el control de los acontecimientos y vengarse del opresor, aunque no es exactamente eso lo que ocurre aquí.
Saludos y ¡Feliz primavera!.
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