AVISO IMPORTANTE

Las informaciones contenidas en este blog pueden desentrañar importantes aspectos del argumento, incluso del final de la película o novela en cuestión.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Problemas de antaño y hogaño, rizos, bucles y paradojas temporales

Que complicados son los viajes en el tiempo. Lo de las paradojas temporales y todo eso quiero decir. Pero es que creo que a veces exageramos y sacamos las cosas de quicio (¿has leído el artículo de Wikipedia?). Por ejemplo, el conocido problema de que viajo al pasado, me cargo a mi abuela (es un decir) antes de que tenga descendencia, con lo cual yo ya no puedo existir. Pero si no he podido existir ¿cómo es que he viajado al pasado?.

Obviamente cualquier suceso que haya ocurrido en el pasado ya es historia y si algo hubiese obstaculizado mi línea genealógica yo no habría podido nacer, por lo que el hecho de estar aquí escribiendo esto, es la prueba palpable de que ni yo, ni nadie se cargó anteriormente a ninguna de mis abuelas (pobrecitas, con lo majas que eran las dos). Así que en el planteamiento inicial del problema hay un evidente error que tendemos a pasar por alto abrumados por su aparente irresolubilidad.



Hay películas, como la saga de Terminator, que se aprovechan de este error y de hecho basan enello toda su trama argumental, pero como el propio John Connor debería saber, su propia existencia es la prueba palpable de que los malvados cyborgs no tendrán éxito en cargarse ni a él ni a su madre. Y digo yo que de todos modos, puestos a mandar robots buenos al pasado para proteger a tu familia, o lo que sea, ya les podías programar con la información adecuada para que sepan quién les va a atacar, dónde y cuándo, que eso tú ya lo sabes Johnny, que a ti te pasó hace años y si algo se te ha olvidado tu madre se encarga de contártelo, que anda que no es cabezota la buena mujer. Es que los pobres robots buenos dan un poco de pena de ver lo despistados que andan, que hasta el terminator que viaja a proteger a "Baby Jesus" lo hace mejor.



Fuera de bromas, en otras películas, como en “Doce Monos”, el tema está tratado de manera exquisita. Queda claro que aunque viajes al pasado y hagas cualquier tontería el futuro no se altera, porque las repercusiones de tu viaje ya están registradas en la propia historia. De hecho, la misma doctora Railly ya tiene documentación de uno de los compañeros de Cole, que apareció en las trincheras de la Primera Guerra Mundial diciendo que venía del futuro y simplemente fue catalogado de loco, igual que el propio Cole.

Es más, cuando en su primer viaje al pasado llega a 1994 y le internan en un psiquiátrico, tiene lugar la siguiente conversación con los doctores:

"- Cinco mil millones de personas murieron en mil novecientos noventa y seis y noventa y siete. Casi toda la población mundial. Sólo sobrevivió el uno por ciento de nosotros.
- ¿Va usted a salvarnos señor Cole ?
- ¿Cómo voy a salvarles ? Eso ya ha ocurrido. No puedo salvarles. Nadie puede."




Lógica aplastante, él ha viajado al pasado no para impedir el desastre, sino para recoger información sobre el virus que permita encontrar una cura en el futuro.

Por cierto que las escenas en el psiquiátrico son geniales. El personaje de L.J. Washington convenciendo a Cole de que vive “en una realidad divergente” está de lo más conseguido. Y la interpretación de Brad Pitt haciendo de paranoico le supuso la nominación en 1996 para el Oscar al mejor actor secundario por su papel de loco. Parece ser que el actor declaró no estar satisfecho del todo con esa interpretación, según él le faltó estar más siniestro, quizás así hubiese ganado el premio.

No quiero terminar el comentario sobre esta película sin hacer dos referencias obligadas. La primera a la “La Jetée” (que se podría traducir por “La Escollera”), un cortometraje francés dirigido en 1962 por Chris Marker y que es en el que se basa “Doce Monos”. Os pongo los minutos iniciales y si os interesa lo podéis seguir viendo en YouTube.


Esta interesante película francesa también sirvió de inspiración a David Bowie para su videoclip "Jump, The Say".

Y hablando de música, la segunda referencia que quería hacer es sobre la excelente banda sonora de "12 monos", en la que destaca la “Suite Punta del Este” de Astor Piazzolla como leitmotiv de la película.


Sigamos. En Esfera, basada en la novela homónima de Michael Crichton, se emplea una artimaña un tanto ingenua para cerrar el bucle temporal. Lo recordáis ¿no?. Encuentran en el fondo del pacífico una nave espacial, supuestamente extraterrestre, pero que en realidad resulta ser una nave de la Tierra que se estrelló hace trescientos años y que evidentemente procedía del futuro.

El equipo que realiza el descubrimiento pasa por múltiples peripecias, fundamentalmente por un artefacto que transportaba la nave y que servía para hacer realidad tus sueños, o tus pesadillas. Dicho así es una simpleza, pero en el contexto de la historia tiene sentido (por cierto, como ya he comentado alguna vez, esta historia no es nueva, la encontramos en El planeta prohibido, que a su vez la toma de La tempestad de Shakespeare).

Bien, el equipo investigador, en su aislamiento oceánico y por los registros que encuentran, se da cuenta de una cosa: los tripulantes de la misteriosa nave no sabían de la peripecia temporal que les había llevado a estrellarse en el pasado, así que ellos mismos, los investigadores, no sobrevivirían y no podrían dar la fabulosa noticia del descubrimiento que habían hecho. Así que lo tenían bastante crudo, a no ser que se les ocurriese alguna manera de sobrevivir y preservar el secreto que haría que en el futuro esa nave despegase sin saber el destino que le esperaba, como efectivamente ocurre.



Como veis, de una manera más simple todavía, pero ocurre. Y es evidente que tienen el poder de hacer que se cumplan sus deseos, porque una cosa es lo que manifiestan desear y otra es lo que de verdad desean. Ellos sólo pidieron olvidar que tenían el poder, pero además dejaron de tenerlo. Es que las esferas extraterrestres son muy listas.

Pero bueno, el bucle temporal lo cierran que es a lo que íbamos y sin alterar el futuro c.s.q.d.


Más les cuesta cerrarlo a los chicos de El final de la cuenta atrás, en la que el portaviones Nimitz se ve trasladado, por obra de una tormenta “einsteniana”, a los momentos anteriores al ataque japonés a Pearl Harbor, planteándose la posibilidad de intervenir para abortar dicha acción, cosa que como sabemos es imposible porque el ataque ocurrió sin que nadie lo impidiese.

En honor a los guionistas he de decir que el problema lo resuelven de manera bastante imaginativa y coherente. No queda claro el tema de la tormenta, de dónde sale y por qué, pero es que como no sabemos cómo viajar en el tiempo, las diversas causas que originan dichos viajes no quedan explicadas bien en ninguna película.



En Millennium nos encontramos a una organización del futuro que se mueve por el tiempo tratando de arreglar los posibles desajustes que se van formando. Algo similar a los “eternos” de Asimov pero bastante más cutre, por lo menos la película. Además al final todo el chiringuito se les desmonta por culpa de las paradojas temporales que no han podido controlar


Aunque esta organización debería de haber existido, por lo menos para darles una buena paliza a los de El sonido del trueno, a los guionistas, que casi se cargan la humanidad porque alguien viajó al pasado y pisó una caca, alterando la historia. Pero, si esto fuese tan complicado ¿en qué lío nos habrían metido los de “Regreso al futuro”?. Ni te cuento.



De Timeline (Rescate en el tiempo) y El enigma de Jerusalén ya he hablado aquí antes. Tienen sus cosas pero más o menos el aspecto temporal está bien tratado.

Bueno, películas de viajes en el tiempo hay muchas así que permitidme que no sea exhaustivo, pero no quería dejar de comentar una de las más interesantes, el clásico “El tiempo en sus manos”, pero como en ella se viaja al futuro no tenemos bucles temporales que cerrar.



Y para terminar quería hablar de “Los cronocrímenes”, una interesante película española que tiene un tratamiento diferente del problema. Imagínate que has hecho una pifia gorda. Puedes retroceder en el tiempo para intentar arreglarlo, pero como tu “yo” del pasado no está por la labor de hacer semejante tontería tienes que forzar un poco la situación, intentando que las cosas no se desmadren y si lo hacen quizás puedas volver a intentar viajar al pasado otra vez para enderezarlo, pero entonces habrá tres “tú” al mismo tiempo y cada uno con una idea distinta. ¿Cómo se resuelve eso?, pues te dejaré que lo descubras tú viendo la película, que hablando de viajes en el tiempo no quiero adelantar sucesos.



Lo que no quiero es dejar estas líneas sin recomendarte que releas el Viaje Séptimo (“Diarios de las estrellas. Viajes“. De Stanislaw Lem) En el que se nos cuenta como el solitario aventurero espacial Ijon Tichy, navegando en las cercanías de Betelgeuse, atraviesa una zona de remolinos gravitatorios, lo que provoca en el interior de su nave distorsiones temporales que pueden llegar a ser la solución de sus problemas… o la causa de ellos, que en estos casos no se sabe qué va antes y qué después.

Bueno, por hoy nada más. Os deseo que tengáis un estupendo año 2009 y como regalo os dejo un adelanto del especial fin de año que he conseguido pirateando la página de RTVE.


¡Ayyyyyyyyyyyyyyyy! Con la cosa temporal me he ido al año que no toca, ¿pero sabéis lo que es más frustrante?. ¡He reconocido a todos los de vídeo!.

domingo, 7 de diciembre de 2008

El cine y la realidad virtual (Todo sobre mi Matrix)

Reconozco que hay temas que me llaman mucho la atención y uno de ellos es la realidad virtual. La mezcla de los acercamientos que se pueden hacer desde la ciencia ficción, la informática, la pedagogía y la psicología me resulta irresistible.

Casi todos hemos manejado alguna vez programas que emulan la realidad de manera virtual, en su mayoría juegos o programas educativos. Utilizando distintas interfaces podemos pilotar aviones, conducir coches o luchar con guerreros fantásticos, pero también podemos diseñar construcciones, pasear por calles, visitar iglesias, museos y paisajes de cualquier parte del mundo. Y si además tienes una Wii en casa, pues mucho más.


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Y hablando de tamaño, ¿qué decir del tan cacareado sexo virtual?.


Fuera de bromas, no sé si a ti, amable lector, te pasa lo mismo, pero cuando yo hablo de cualquier tema, alguien que sabe que tengo una página de cine me dice: “Entonces habrás visto …….” Pudiendo sustituir la línea de puntos por el título cualquier de película que normalmente no he visto.

Así me hablaron de “El cortador de césped”. A juicio de lo que decía mi interlocutor, un peliculón de culto, basado en una novela de Stephen King, pionera del tratamiento de la realidad virtual en el cine y que inmediatamente sentí vergüenza de confesar que no había visto. Para disminuir la disonancia que sentía por no haber visto semejante pieza clave, intenté conseguir la película por todos los medios, cosa que como sabes es bastante fácil.

Por no alargarme demasiado en los detalles, te diré que cuando la vi la película me pareció una cutrez, en la que Pierce Brosnan debió acceder a aparecer en un momento de debilidad contractual, antes de hacer de James Bond. Me extrañó verlo en el papel poco creíble de un científico al que las cosas siempre le salen torcidas y sus jefes pasan de él, pero después de ver “Mamma mia!” tampoco sé qué pensar, quizás que es un actor más versátil de lo que pensaba.

Bueno, tal vez es que tenía demasiadas expectativas puestas en la película y por eso me defraudó. También el hecho de que ya estamos acostumbrados a otro tipo de efectos especiales y otra estética. Esta película es de 1992 y se nota, pero he de reconocer que sirve perfectamente para introducirnos en el tema de la realidad virtual.


El argumento me recuerda en cierta a forma a Charly, pues de igual manera se intenta emplear una tecnología novedosa para mejorar la inteligencia de una persona que sufre retraso mental. Y de igual manera el resultado es imprevisto, aunque en este caso se nota el estilo del señor King.

Lo cierto es que desde hace unos años la investigación de la mente humana tiene bastantes lazos de unión con la ciencia cibernética. Los psicólogos cognitivistas utilizaron, a mediados del siglo pasado, el sistema del procesamiento de la información de los ordenadores para idear modelos que explicasen procesos similares en nuestro cerebro. Donald Brodabent, entre otros, concibió un modelo de tres compartimentos para explicar el procesamiento en serie de los estímulos, que se iniciaba en la memoria sensorial y llegaba en última instancia a la memoria a largo plazo. Actualmente, los informáticos se inspiran en las redes neuronales de nuestro cerebro para estudiar modelos conexionistas de procesamiento en paralelo y almacenamiento de la información.

Pero además de este desarrollo teórico, la evolución de los sistemas informáticos permite la creación de entornos virtuales que podemos utilizar desde con fines lúdicos hasta los educativos, pasando por los terapéuticos. Ya hemos comentado lo divertido que puede ser pilotar un avión y hacer acrobacias sin miedo a estrellarnos, pero además estos entornos nos pueden permitir adquirir la pericia necesaria a base de practicar en simuladores, lo cual puede ahorrar mucho tiempo y dinero en los procesos de formación. Y en el plano terapéutico podemos utilizar por ejemplo el entorno virtual para poner al sujeto, sin peligro, ante situaciones potencialmente fóbicas hasta que sea capaz de superarlas.

En esta película se va un poco más allá y el sujeto que se conecta a la máquina de realidad virtual, fusiona su mente con la red cibernética, prescindiendo de su cuerpo y creando un súper ente electrónico que pretende controlar toda nuestra existencia en el futuro.

Por cierto que su frase "cuando entre en la red mundial mi llanto de recién nacido sonará en todos los teléfonos de este planeta al unísono” la he oído en alguna otra parte y ahora no recuerdo bien dónde. Me recuerda a “Jane”, la amable conciencia cibernética que se comunicaba con Ender y que surgió fruto de la conexión de los ordenadores de los Cien Mundos mediante la red de comunicaciones instantánea, llamada “ansible”, que imaginó Ursula K. Le Guin y que utilizó Orson Scott Card en “La voz de los muertos”. Aunque por la mala leche demostrada, este ente se parecería más a Skynet de Terminator.



Si bien en estos casos el ente surge por la acumulación de ordenadores conectados a la red y en la película que comentamos por el traspaso de la inteligencia de una persona a una supuesta red de bases de datos. Como hipótesis del nacimiento de una red global autoconsciente, parece más lógica la primera, aunque aquí vemos sin embargo un interesante apunte de lo que puede llegar a ser la realidad virtual y que nos puede servir también para comentar otras películas que trataron estos temas.

La primera que me vino a la mente fue TRON, una interesante experiencia de 1982, con notables efectos visuales, en la que una máquina digitaliza a un programador un tanto rebelde y le introduce dentro de un ordenador, obligándole a luchar con otros programas por su supervivencia.

Fue algo muy novedoso entonces, en cuanto a historia y estética y sirvió de idea para muchos videojuegos.


Otro aspecto muy interesante que trata el cine y en el que se combinan los conceptos de “mente” y “máquina” es lo que yo llamaría la “realidad programada”, la implantación de recuerdos en una persona e incluso el hacer que su mente experimente unas sensaciones y vivencias distintas a las que está teniendo en verdad su cuerpo.

La primera película que recuerdo en la que vi algo semejante fue un capítulo de la serie original de Star Trek, en la que los habitantes de un planeta hacían vivir a sus visitantes las experiencias que ellos querían. Al final, la tripulación del Enterprise lleva allí a una persona gravemente impedida por un accidente, pero que sin embargo allí siente la capacidad de moverse sin limitaciones, una especie de Matrix biológico y además bondadoso. No recuerdo el capítulo en cuestión de la serie, pero si a ti te suena, por favor dímelo.

En cuanto al implante artificial de recuerdos, quizás la más interesante sea “Desafío Total”, que une la acción a una intrigante historia de ciencia ficción en el que el protagonista tiene que descubrir cuáles de sus recuerdos son verdad y cuáles imaginarios y además decidir con qué existencia se queda. Difícil decisión ¿verdad?.


Y en este sentido también tenemos a la española “Abre los ojos” del genial Alejandro Amenábar, en la que el protagonista descubre que no se está volviendo loco, sino que esta viviendo una existencia ficticia, conectado a una máquina, pero que eso tampoco le garantiza la felicidad.


Y por fin llegamos a “Matrix”, la culminación de la realidad virtual en la que cerramos el círculo que abrimos con Tron. Aquí nuestra existencia, la de toda la humanidad, vuelve a estar dentro de una máquina y sólo unos pocos rebeldes son conscientes de ello y luchan contra el sistema, siendo capaces de afrontar los sacrificios que supone salir de la existencia programada y vivir la real.


Es notable el análisis filosófico y moral que se puede hacer de la trilogía. Y digno de mención el meditado final de la historia, en el que Neo se sacrifica para contaminar el sistema tal cual virus informático. En fin, tampoco te cuento más cosas porque sé que las has visto.

Pero no quiero terminar este paseo por la virtualidad sin hablar de WALL•E. Son muchas las cosas que se me ocurre comentar en este película, por ejemplo las emociones y la personalidad que reflejan los dos robots protagonistas, inexpresivos a primera vista, pero que con unos simples retoques en los ojos, los creadores son capaces de transmitir toda una amplia gama de emociones. Y otra cosa, para mí tambien digna de mención, es el guiño que se hace a "2001 Una Odisea en el Espacio" haciendo que el ordenador de la nave nos recuerde, física y psicológicamente, a HAL 9000.

Pero volviendo a lo que ahora nos interesa, el simpático y curioso robot de limpieza se encuentra a lo que queda de la humanidad, confinada en una nave espacial de recreo viviendo una existencia idílica pero ficticia, en la que todo tipo de actividades, lúdicas y sociales (trabajar no se trabaja) se realizan conectados a un terminal informático que controla todo lo que hacen las personas, bueno, lo que se dejan hacer, porque a base de llevar años y años tumbados en la cómoda interfaz, ya son incapaces de moverse por sí mismos.


¿Será alguno de estos el futuro que nos depara la virtualidad?.

Si quieres más información recomiendo que pulses el enlace sobre Los Mundos Virtuales en el cine para acceder a un repaso más amplio de las películas que han tratados estos temas.

Saludos.

lunes, 8 de septiembre de 2008

El día del fin del mundo o ¡Manda Hadrones!

Que sensacionalistas son algunos periodistas, casi me habían preocupado con el anuncio de que el 10 de septiembre se acabaría el mundo. Ya pensaba yo que me quedaría sin saber la respuesta a las tres grandes preguntas del momento:

- ¿Será capaz Zapatero de hacer frente a la crisis? (¿qué crisis?).
- ¿Ganará Obama o lo hará McCain?.
- ¿Cómo terminará Perdidos?.

Al final todo será un "bluf", pero después de haber leído en “Ángeles y Demonios”, del inefable Dan Brown, cómo los científicos del CERN eran capaces de poner en peligro la humanidad al fabricar un frasquito de antimateria, que luego van y les roban tontamente, ya me creía todo lo que me contasen de esos irresponsables.

Y ya me diréis si no es para asustarse o no, pero es que la noticia del diario ADN se las trae: “Dos científicos denunciaron ante un tribunal de Hawai las actividades del mega acelerador de partículas Large Hadron Collider (del CERN) porque dicen que puede acabar con la humanidad”.

Os parecerá una tontería pero lo primero que me pregunté es por qué en Hawai. ¿Por qué se meten dos pacíficos hawaianos en semejantes berenjenales?. ¿O serán Jeffrey Abrams y Damon Lindelof, los guionistas de Perdidos, que están por esas tierras, tanteando ideas nuevas para la serie?. Pero no, uno de los científicos es el español Luis Sancho. Más miedo aún. Este se ha ido allí porque es lo más lejos que ha encontrado de Suiza.

Sigo leyendo la noticia: Su teoría expone dos riesgos fundamentales: cuando el LHC entre en funcionamiento -después de varios aplazamientos, el CERN anunció el 7 de agosto que el arranque se producirá el 10 de septiembre de 2008-, podría crear un agujero negro que literalmente se tragara al planeta y podría originar una "materia extraña" que convertiría la tierra en una estrella de neutrones sin vida tal y como la conocemos. Según Wagner (el otro científico) y Sancho, la combinación de ambos peligros genera una probabilidad del 75% de que el LHC acabe con la Tierra. O, cómo explicó Sancho a la justicia estadounidense, "el CERN quiere que juguemos a la ruleta rusa con dos balas".

¡75% de probabilidad de que el LHC acabe con la Tierra!. ¡Palmamos seguro!. Ya sabía yo que tanto Omega3, tanto bífidus y tanta historia no podía ser bueno. Y ahora los suizos nos amenazan con el LHC, que me suena a hidrolizado de L casei inmunitas o algo así. ¿Se lo echaran al queso? Lo digo por lo de los agujeros.

Me imaginaba yo que desde que los japoneses se habían dedicado a fabricar relojes, los suizos deberían estar tramando algo para hacerse con el mercado otra vez, pero jolín, una cosa es renovar la industria y otra cargarse el mundo.

En fin, recordad lo que os contaba al principio, no se puede hacer caso de la prensa sensacionalista. Resulta que los “hadrones” ni son bífidus, ni porcelana china. Son partículas subatómicas que van a hacer chocar en el inmenso acelerador que está bajo tierra, en la frontera de Suiza y Francia.


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El miércoles 10 de septiembre pondrán un haz en marcha. Si todo va bien, meses después pondrán otro pero en sentido contrario, y si la cosa sigue el ritmo previsto, meses más tarde, allá por el 2010, harán chocar los dos haces.

Por decirlo simplemente, lo que se proponen con semejante experimento (escucha, escucha) es recrear las condiciones que hubo en el Big Bang y poder estudiar qué pasó. Interesante es, riesgo parece que tiene, aunque aseguran que controlado. De hecho dicen que "no pasará nada que no haya pasado ya". Lo que no sé es si con eso quieren decir que ya han pasado cosas que no nos han contado (¡que peligro!) o se están refiriendo directamente al Big Bang y en el 2010 todo explota, implota o vete tú a saber qué. Según la "Ecuación de Valenzetti" a las navidades del 2012 no llegamos, así que por ahí, por ahí va la cosa.

El consuelo que me queda es que para entonces las tres grandes preguntas que proponía antes ya estarán resueltas (espero) y que de toda esta historia seguro que alguien hace una película de ciencia ficción… o quizás no tan ficción.

Por mi parte, a mí se me ocurre una idea para el guión:

Si el experimento lo montásemos nosotros, los haces no chocaban ni queriendo, ni se rozaban vamos. Pero si lo hacen los suizos chocan de todas todas y se les forma un big bang divino, pequeñito pero con todas sus partículitas y demás. Y seguro que ese big bangcito da lugar a un universo, más reducidito que el que originó el de verdad, pero también muy chulo.

Como los científicos del CERN no saben bien qué hacer con "eso", lo ponen en otro frasquito igual que hicieron con la antimateria que crearon hace unos años, que es mentira que se lo robasen. Lo dejan en un almacén y se olvidan un poco del tema, vamos, lo mismito que uno que yo me sé, que todo ilusionado creó un universo en seis días, al séptimo se puso a descansar y desde entonces no ha dado un palo al agua.

¡Vaya teoría cosmológica que me ha salido!. Si a alguien le gusta la idea que me lo diga y por una pequeña parte de los derechos de autor llegamos a un acuerdo. Total de aquí al 2010 tampoco me da tiempo de gastar mucho.

Fuera de bromas, si queréis ver más cosas interesantes sobre el CERN mira este documental del canal Odisea titulado "El experimento de los seis mil millones de dólares", o este otro del canal Historia que se llama "LHC, El próximo Big Bang".

Saludos.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Perdidos (LOST) y la Guerra Fría

Hace días Rubi dejó una sugerencia que la verdad me interesó y procuré responder rápidamente:

Rubi dijo...

Ya ves que sigo tus páginas atentamente ;)

No es ciencia ficción, pero qué te parece la serie Perdidos.

Yo estoy muy despistada.

Un beso.

3 de septiembre de 2008 12:54


Julio dijo…

¡Perdidossssssssssss!, ja, ja, ja, si tú estás despistada yo estoy... "¡perdido!".

Sigo la serie, pero en cada temporada añaden incógnitas nuevas y no se resuelve ninguna.

A estas alturas tengo curiosidad y miedo por ver cómo acaban la serie. Curiosidad por ver qué soluciones dan y miedo por si no saben resolverlo y al final se salen por la tangente.

¿Viste Twin Peaks?, pues miedo de que ocurra algo semejante.


En fin, gracias porque me has dado una idea y comentaré algo de la serie en este blog.


Saludos.


3 de septiembre de 2008 22:19

Inmediatamente puse unos enlaces en la barra lateral que pueden ayudar al seguimiento y mejor comprensión de la serie.

Y ahora os hago algunas reflexiones sobre lo que a mí me parece y por qué me interesa. Aviso que no es un análisis, en las páginas que os menciono hay información y teorías suficientes.

Cuando vi Perdidos por primera vez (algunos trozos de diversos capítulos) no le presté demasiada atención. Creí que sería una historia de aventuras, de cómo sobrevivirían en una isla desierta los supervivientes de un accidente aéreo, el ya célebre vuelo 815 de Oceanic Airlines.

Pero después aparecieron los números, la enigmática transmisión de una secuencia de dígitos que aparecían constantemente en diversos momentos de la historia. Eso ya me interesó más.


En mi época de radioaficionado, allá por los años 70, me encontré en multitud de ocasiones con transmisiones en onda corta de secuencias de números. Habladas, en su mayoría en alemán o en ruso (empleando sintetizadores de voz), en código morse o en teletipo. He colgado algunas grabaciones que hice, para que os hagáis una idea.

Entre nosotros circulaba el rumor de que eran instrucciones para los espías. Igual eran boletines meteorológicos, pero vete tú a saber. Estábamos en la época de la “guerra fría” y había mucha psicosis y mucho misterio con todas esas cosas.



Recuerdo que también padecimos las interferencias de algo que llamábamos “el pájaro carpintero” por el sonido que hacía y que eso sí que eran las pruebas de un radar soviético que ocupaba buena parte del espectro de la onda corta, incluidas las bandas de radioaficionados y de radiodifusión, y que serviría para detectar anticipadamente el lanzamiento de misiles americanos (la onda corta va más allá del horizonte a diferencia de las frecuencias que usa el radar normal). Os pongo una grabación bajada de Wikipedia (se escucha mejor que la mía) en la que debajo de la interferencia se puede oír las transmisión de la estación de señales horarias WWVH que emite desde Hawaii.

Pues bien, para alguien con estos antecedentes y que tiene como salva pantallas el programa de SETIatHome, el que hubiese una transmisión misteriosa de números era motivo suficiente para interesarse por la serie. La conseguí y la vi por orden. Me enganché a la historia, al clima de suspense, a las relaciones que se establecen y que vamos descubriendo entre los personajes, al misterio de la isla…


En un momento dado nos mostraron que la Iniciativa Dharma estudiaba muchos campos, incluida la sociología y la psicología. Vimos por ejemplo que “los otros” tenían enormes “Jaulas de Skinner” para hacer experimentos con animales y diversas estaciones de la isla estaban interconectadas de manera que desde unas se podía ver lo que hacían los ocupantes de otras, que a su vez estaban concentrados en realizar una determinada tarea, como introducir la secuencia de números cada 108 minutos (¿por qué?). Este aspecto contribuyó a interesarme mucho, pero lamentablemente parece que ha sido dejado un poco de lado.


También me llamó la atención que muchos personajes tuviesen nombres de filósofos. Seguro que os suenan Jhon Locke, Desmond David Hume o Mikhail Bakunin entre otros. Evidentemente no es por casualidad.


Otros aspectos que me interesan, sobre todo mirándolo desde la óptica de la ciencia ficción, son por ejemplo las anomalías magnéticas que rodean la isla y que tan cuidadosamente se controlaban cada 108 minutos, la alteración espacio temporal que hay entre la isla y la supuesta expedición de rescate de la cuarta temporada, la vivencia simultanea en el presente y pasado que Hume sufre en “La Constante”, el monstruo de humo, la influencia de la isla en la salud de las personas…



En fin, que hay muchas cosas interesantes y muchos temas por resolver, aunque estoy convencido que ya puestos a descubrir misterios, vemos más cosas de las que en realidad se nos plantean.



Como véis, como ves Rubi, yo también estoy despistado, me temo que como todos menos los guionistas, espero...


Si quieres seguir la serie te recomiendo la página de Lostpedia. Hay muchísima información que te interesará, aunque hay que tomárselo con paciencia porque si no te puedes hartar. Y para ver cómo termina en realidad la serie… pues también paciencia, que creo que se acaba en el 2010, como Odisea 2 ;-)

Saludos.


lunes, 1 de septiembre de 2008

Atlantis, parecidos más que razonables

Todos conocéis la serie “Stargate Atlantis”, continuación (consecuencia) de la mítica “Stargate SG1” que desarrollaba la idea plasmada en la magnífica película de Roland Emmerich, “Stargate”.

En SG1 había secuencias de gran sentido del humor y, en ocasiones, notables guiños hacia otras series como McGyver (obvio por el protagonista), Los Simpsons y muchas más, incluso películas como BladeRunner. ¿Os acordáis por ejemplo, de la prueba de respuesta emocional que pasan a Leon, el replicante?. Pues mirad en esta escena a ver si os suena algo...


En sus tiempos tomé unas notas con los guiños que encontré para escribir sobre ello en mi otra página, tendré que revisar mis archivos porque igual lo puedo aprovechar aquí.

Bien, lo que os quería comentar ahora es el sexto episodio de la cuarta temporada de Atlantis, el titulado “Tabula Rasa.




En él hay unas cuantas ideas de otras películas, que no se si constituyen un homenaje o una copia. Después de lo que escribí en "Plagiadores o Plagiados" diréis que estoy obsesionado con el tema, pero juzgad vosotros mismos:

- En Atlantis todos, menos Teyla y Ronon, van padeciendo una enfermedad por la que pierden la memoria progresivamente. En la primera secuencia McKay se da cuenta que está atado a una mesa sin saber por qué, pero en su ordenador hay un vídeo de él, que se rodó él mismo cuando aún tenía memoria, en el que se da instrucciones sobre lo que tiene que hacer a continuación.




Compara esta escena, la idea, con la de Douglas Quaid (Schwarzenegger), en Desafío Total (Total Recall).


- McKay, como sabe que no se acordará de lo que tiene que hacer, se escribe notas en los brazos de manera similar a Lenny (Guy Pearce) en Memento, que se hacía tatuajes para recordar las cosas importantes.


- Y por último, el teniente coronel Sheppard apunta en una foto suya que es el jefe militar de Alantis, tal y como hacía Lenny. La fotografía que muestran en la imagen tiene un aspecto parecidísimo a las que vimos en Memento. Sheppard le da la foto al mayor Lorne para que le reconozca y se ponga a sus órdenes en el caso de que ambos perdiesen la memoria, lo que evidentemente ocurrió.


En fin, no se puede negar que a los guionistas de Atlantis les gusta el cine.

Saludos.

jueves, 28 de agosto de 2008

Battlestar Galactica, las dos series

Battlestar Galactica (Galáctica, estrella de combate) fue una película de 1978 para la televisión, que sirvió de inicio a una serie que duró un par de años más.

En sus tiempos me resultaba entretenida, vista ahora me parece un tanto insulsa, autentica serie B, sin embargo, fue la serie de televisión que contó con mayor presupuesto hasta entonces.




Siempre pensé que era un producto comercial, lanzado en el momento justo para aprovechar el tirón que había supuesto Star Wars, que había tenido tantísimo éxito un año antes, de hecho 20th Century Fox, productora de Star Wars, denunció a Estudios Universal, productora de Galáctica, por robo de ideas.

Según el argumento, los “cylon”, una raza alienígena de robots, atacan a la humanidad que se encuentra esparcida en doce mundos. Sólo sobrevive la nave Galáctica, la más moderna de la flota, y toda una serie de naves comerciales, último resto de la humanidad, que se unen en un convoy para encontrar la Tierra, el mítico planeta originario, en el que la raza humana espera volver a renacer.





El papel del comodoro Adama lo interpretaba Lorne Greene Green (Papá Bonanza), el teniente Starbuck era Dirk Benedict (el cara dura Templeton Peck del Equipo A) y el capitán Apollo era Richard Hatch.

Después de la conclusión de la serie se siguieron produciendo libros y cómics sobre Galáctica. El propio Hatch escribió varias novelas y fue una de las personas que más luchó por volver a iniciar la serie. Esfuerzos que fueron recompensados.


En el 2003 se hizo una mini serie de dos capítulos (“Battlestar Galactica” 2003, que me gustó mucho), a la que siguió una serie más extensa, que lleva ya varias temporadas, y en la que se retoma el argumento original, aunque con algunas modificaciones.


Los robots cylon fueron creados en su momento por los humanos y ahora se está en armisticio con ellos, pero en secreto han seguido progresando y evolucionando, de hecho ahora los hay que son indistinguibles de las personas.







En un momento dado atacan las doce colonias, volviendo a pillar a la humanidad por sorpresa. En principio sólo sobrevive la anticuada nave Galáctica, que está a punto de ser desguazada y no está conectada a la red informática de la flota, que es lo que la salva.

Con un limitado grupo de naves civiles se vuelve a formar un convoy en busca de la Tierra, aunque los cylon, de apariencia humana, están infiltrados con ellos y no dejan de hostigarles.

En el reparto hay curiosos cambios. Starbuck es una mujer (Katee Sackhoff) y Boomer también (Grace Park), que además es una cylon, aunque al principio ella no lo sabe (es que con esto de los programas informáticos se pueden activar y desactivar funciones cuando te da la gana). El almirante Adama es Edward James Olmos y volvemos a encontrarnos a Richard Hatch, el capitán Apollo de la serie anterior, haciendo en esta ocasión de Tom Zarek, el líder insurgente.



Particularmente es una serie que me gusta mucho, cuando escribo estas líneas he visto las tres primeras temporadas y espero que pronto se emita la cuarta y creo que última.


Es una historia muy emotiva y los personajes están muy logrados, con una gran carga humana (incluso los robots) y muchos problemas existenciales (bastante normal teniendo en cuenta la situación). Además tiene una cierta dosis de misticismo, sin pasarse, todo lo cual la hace muy atractiva.


Por si aún no la has visto y con estas líneas todavía no te han entrado ganas, te dejo una entrevista que se emitió el "Late Show", un programa de la CBS, en el que los propios actores dan diez razones para ver la cuarta temporada.





Yo me quedo con la "número 6" (razón, bueno y la cylon también).
Saludos.

Vuestras nuevas SUGERENCIAS

Este es mi primer blog. Intento manejarlo como una página web y no es lo mismo. Este mensaje quizás tendría que haber sido el primero.

Quiero abrir un canal para interactuar con vosotros, para que no sólo os limitéis a comentar sobre lo que escribo, sino que podáis vosotros también iniciar temas nuevos o expresar vuestras opiniones.

Empiezo entonces esta línea y cualquier idea o sugerencia sobre algún tema nuevo que se os ocurra, colgarlo aquí como comentario.

Gracias.

lunes, 25 de agosto de 2008

Plagiadores o Plagiados

Hace tiempo ponían en televisión “El enigma de Jerusalem”. Todas estas tonterías me llaman la atención, así que me quedé un rato a ver de qué iba. El argumento me sorprendió porque ya lo había visto en otra película.

Resumiendo, un equipo de arqueólogos alemanes que están haciendo unas excavaciones en Jerusalem encuentran una cosa sorprendente en un yacimiento que se supone que es del siglo I, hayan una bolsa de plástico que contiene un librito que resultan ser las instrucciones de una cámara de video.

Primero piensan que el yacimiento se ha “contaminado” lo que invalidaría su trabajo, pero luego comprueban que no es así. Además las instrucciones son de un modelo de cámara que aún no se fabrica, así que después de muchas dudas se hace obvia la respuesta, alguien del futuro viajó a Jerusalem en la época de Jesucristo llevando una cámara de video. ¿Cómo es posible?. ¿Qué filmó?.

A partir de ahí comienzan las aventuras.




Todo esto me recordó a “Rescate en el tiempo”, que había visto hace años, así que pensé que los del “Enigma” les habían copiado la idea. ¿Por qué?, pues me explico.

En el argumento de “Rescate en el tiempo” un equipo de historiadores y arqueólogos estan haciendo unas investigaciones en Francia, en un yacimiento del siglo XIII. Allí encuentran el cristal de unas gafas modernas, por lo que piensan que el yacimiento se ha “contaminado” y temen que ello tire por tierra su trabajo. Luego descubren que no es así, que ese cristal está allí desde la Edad Media. Además encuentran en los documentos que hallan una petición de ayuda escrita por el jefe del equipo. Los documentos también son antiguos, así que la conclusión es que viajó al pasado, perdió el cristal de sus gafas y además su vida estaba en peligro cuando escribió el mensaje.

Y a partir de ahí comienzan las aventuras.




El parecido es más que notable y demasiado coincidente para ser casualidad. A alguien le gustó mucho la idea y la hizo suya. Así que me puse a investigar un poco.

“El enigma de Jerusalem” (Das Jesus Video), es una producción alemana, dirigida en 2002 por Sebastian Niemann y basada en una novela de Andreas Eschbach de 1997.

“Rescate en el tiempo” (Timeline), es una producción norteamericana, dirigida en 2003 por Richard Donner y basada en una novela de Michael Crichton de 1999.

Buscando informaciones encontré algunos mensajes en foros, de varios entusiastas escandalizados por la burda copia que habían hecho los alemanes de la película americana. Bien pues parece ser y a las fechas me remito que quienes copiaron fueron los americanos. Como no he visto que haya habido ninguna demanda por plagio, imagino que que en su momento se compraron los derechos intelectuales o algo así, pero la historia no deja de parecerme curiosa.


Bien, hasta aquí el comentario inicial, lo que pasa es que después de escribirlo me acordé de un apunte que hace años hice también sobre Crichton en mi página web. Concretamente sobre su novela Esfera y consecuentemente sobre la película que la siguió.


Se refería al parecido argumental que encontré entre la historia de Crichton y la película "El planeta prohibido", un clásico de la ciencia ficción (una joya basada en "La tempestad" de Shakespeare) y en la que como curiosidad podemos ver a Leslie Nielsen "el del pelo blanco" haciendo un papel serio.



No te digo en qué consistía el parecido, te dejo que lo lo averigües tú y si quieres nos lo comentas también aquí. Aunque advierto que en este caso la semblanza es mucho más ligera, pero una cosa me hizo recordar la otra.

También quiero aclarar que no tengo nada en contra de Michael Crichton, que es un escritor que normalmente me hace pasar ratos muy entretenidos y hay obras suyas que admiro.

Saludos.

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