“Los ocho minutos de la marmota o cómo aprovechar a Johnny, el que cogió su fusil, para hacer viajes en el tiempo ¡uy! ¡perdón! en la memoria”.
¡Ayyyyyy! que ya he contado la película, lo siento :(
Bueno, en mi desagravio he de decir que primero espero que hayas leído el AVISO del principio de la página. Segundo que la similitud con Atrapado en el tiempo (El Día de la Marmota) es tan evidente que salta a la vista desde el principio. Y tercero que "Johnny cogió su fusil" probablemente no la hayas visto, así que recuperemos la tranquilidad.
Si no has visto Código Fuente no sigas leyendo porque se supone que el argumento te tiene que sorprender y si todavía no lo he hecho, no querría fastidiar esa sensación.
La verdad es que últimamente las mejores películas de ciencia ficción que he visto han sido en series de televisión, así que encontrar una en el cine que valga la pena ha sido una agradable sorpresa.
Ya sabes que me gustan las historias que plantean argumentos con base científica por lo que ésta me ha llamado bastante la atención.
La historia está dirigida por Duncan Jones, que ya nos impactó en Moon. Nos plantea la posibilidad de que la conciencia de alguien, en este caso la del capitán Colter Stevens (Jake Gyllenhaal)pueda traspasarse a la de una persona recientemente muerta. Para ello se basan en dos hechos básicos:
- El cerebro maneja una especie de "memoria RAM" (memoria a corto plazo) que le sirve para administrar todos los datos pertinentes en el presente inmediato del individuo.
- Cuando muere el cerebro tarda un tiempo en apagarse.
Ambos hechos permiten crear un dispositivo "cuántico" (cosa que queda fenomenal y como nadie sabe de lo que se trata no le puedes poner pegas) mediante el cual el "viajero" toma el control de los recuerdos de los últimos ocho minutos de la persona muerta, pero no sólo los puede revivir, sino que se puede "mover" por ellos para sacar datos de los que incluso no se percató la persona que vivió el suceso. Todo esto puede servir para averiguar quién puso una bomba en un tren y esa es precisamente la misión del capitán Stevens.
Hasta ahí la cosa va bien, pero como en los primeros minutos que se reviven pocas cosas en claro puedes sacar, hay que repetir el proceso varias veces, de tal manera que el "viajero cuántico" adquiere tanta pericia para manejar su nueva realidad como Phil Connors (Bill Murray) en Atrapado en el tiempo (El día de la marmota).
Esto origina bastantes situaciones cómicas, podían ser más, pero ocho minutos no dan para tanto. De hecho el guiño a la "marmota" está muy bien conseguido, aunque a mi juicio la película que mejor lo logra es el sexto episodio de la cuarta temporada de Stargate SG1 (Una ventana a la oportunidad). Allí O'Neill y Teal'c viven situaciones muy graciosas y completamente distintas a las habituales de sus personajes. A base de repetir puedes ir mejorando los errores, sobre todo cuando sabes lo que pasará a continuación. Puedes ver un fragmento (en inglés) de dicho capítulo pulsando en este enlace.
La pega de Código Fuente es que pretenden que pasemos por alto el hecho de que lo que se revive una vez tras otra son los recuerdos de la persona, no es una realidad diferente. Si esa persona no se ha movido del vagón no puede saber de ninguna manera qué hay o quién está en el otro. Si no lo ha visto no lo recordará, por muy cuántico que sea el proceso y si queremos buscar en sitios que el sujeto no ha visto, ya no estaremos explorando sus recuerdos, sino quizás sus sueños. Para el cine en muchas ocasiones puede ser lo mismo y lo trata igual que un mundo virtual en el que los protagonistas se mueven en una realidad paralela, pero tenemos que reconocer que aquí no es lo mismo.
¿Y qué tiene que ver Johnny cogió su fusil en todo esto?. Pues la película de Dalton Trumbo nos cuenta la historia de un soldado que herido en la Primera Guerra Mundial. No tiene rostro, ni brazos ni piernas. Su cerebro, muy dañado, sólo le permite mantener en funcionamiento sus órganos vitales, pero no puede pensar, ni sentir. Por lo menos eso creen los médicos.
Lo mantienen con vida como objeto de estudio, pero la enfermera que lo cuida se da cuenta que que Johnny tiene una vida interior, necesidades y ganas de comunicarse, aunque todo ello va en contra de lo que se tiene planeado para él.
De idéntica manera (te advertí que no siguieses leyendo si no habías visto la película) al final descubrimos que el capitán Stevens murió en una misión en Afganistán. Su cuerpo está destrozado, pero le mantienen con "vida" para utilizarlo en este tipo de misiones.
La capitán Goodwin (Vera Farmiga) es la que dirige sus "viajes" y es la que tiene que tomar la decisión de dejarlo morir en paz, como él quiere o mantenerlo para utilizarlo en futuras misiones. Difícil y breve papel que no deja apreciar sus cualidades de actriz. Si quieres hacerlo te recomiendo que veas "Up in the air".
En definitiva, una interesante y recomendable película de Duncan Jones, habrá que estar atentos para ver con qué nos sorprende la próxima vez.
Saludos,