jueves, 22 de enero de 2009
La memoria de los muertos (funerales multimedia)
Todo esto me vino a la mente el otro día, viendo "La memoria de los muertos", una película entretenida, protagonizada por un preocupado Robin Williams, aunque su actitud es normal teniendo en cuenta que interpreta a un "montador" un tanto tétrico.
En la sociedad que se nos presenta existe la posibilidad de insertar en el feto un artilugio biológico que recibe el nombre de "Implante Zoe". Este caro artefacto, que está sólo al alcance de los más pudientes, graba todo lo que el individuo ve y oye durante su vida, incluso lo que sueña. A su muerte, se puede extraer y volcar todos sus recuerdos en un ordenador. Con ello, el montador preparará un "rememorial", una especie de funeral multimedia en el que los allegados pueden recordar al difunto viendo los segmentos más representativos de su vida tal y como él los vivió, bueno, mejor dicho, tal y como el montador los quiso representar.
Los montadores tienen esa capacidad, ellos tienen la vida de la persona en sus manos y eligiendo las imágenes adecuadas pueden hacer que cualquier villano se convierta en una excelente persona. Pero no es fácil que el resultado parezca creíble. Tienes que ser un buen montador y Alan (Robin Williams) lo es. Eligiendo las imágenes adecuadas es capaz de perdonar los pecados de sus "clientes". Esta habilidad le ha dado fama, pero ha hecho de él una persona retraída y distante que intenta de esta manera reparar su propia culpa, algo que le atormenta desde la infancia.
No te cuento más, por si aún no la has visto. Si es así, te recomiedo que la veas. Es interesante, está bien resuelta y da qué pensar. ¿Cómo afecta el que se pueda grabar toda la vida de alguien al derecho a la privacidad de las personas que se relacionan con él?, ¿tendrá alguno de mis amigos o conocidos el implante?, ¿lo tendré yo?, ¿me estarán grabando?, ¿tendré que portarme siempre bien por si salgo en la vida de alguien?. Uffffffff ¡que mareo!.
La historia del montador me recordó al personaje de Ender, el portavoz de los muertos en la novela de Orson Scott Card "La Voz de los Muertos". Los portavoces son una especie de sacerdotes laicos. Al margen de dioses, sólo les mueve la ética. Cuando alguien muere y solicitan sus servicios, ellos investigan sobre la vida del difunto y hablan en su funeral intentando comprender, y que los otros comprendan, por qué la persona actuó de una u otra manera.
Al gual que Alan, Ender también tiene una culpa que expiar. Se considera el responsable de la destrucción de una raza alienígena, los insectores, y haciendo que se perdonen las culpas de los demás también se perdona la suya. Curiosa similitud la de las dos historias ¿verdad?.
Esto es todo. Si quieres que te avisen cuando emitan "La memoria de los muertos" por televisión pulsa este enlace. Y si aún no has leído la saga de Ender, he de decirte que las dos primeras novelas (El juego de Ender y La voz de los muertos) son excepcionales. Las otras me gustaron menos, pero es sólo mi opinión personal.
Saludos.
martes, 20 de enero de 2009
¿¡Y tú qu3 (S)@Be$!? (misticismo cuántico)
• realidad física
• percepción temporal
• emociones
• religión y espiritualidad
• adicciones
• etc.
Es una reflexión mística sobre el poder de la mente, la física cuántica y la relación entre ambos.
Intervienen varios científicos que dan veracidad a un planteamiento sorprendente. Como fondo y nexo de unión a estas entrevistas vemos la historia de Amanda, una fotógrafa interpretada por Marlee Matlin, la protagonista de Hijos de un dios menor, que se va sorprendiendo de la realidad que está viviendo al hilo de lo que nos van contando.
El espectador, de manera similar a Amanda, se va preguntando qué es verdad en lo que va viendo y qué es verdad sólo a medias, porque en el documental hay algunos puntos flacos, por ejemplo el lío que se hacen al explicar lo de los péptidos y los receptores. Así que por lo pueda ocurrir acabas catalogando el documental de pseudocientífico o parapsicológico, digno de aparecer en el “Cuarto Milenio” de Iker Jiménez. Más aún si analizamos las declaraciones de Judith Darlene Hampton, maestro espiritual de la Escuela de la Iluminación, conocida como Ramtha.
“Con la Iglesia hemos topado amigo Sancho”, bueno con otra “iglesia”, pero ésta del estilo místico y sectario norteamericano.
¡Qué sencillo sería el mundo si los místicos dejasen de explicárnoslo!. Porque es cierto que en el universo y en nuestra mente hay muchísimas cosas que desconocemos y a medida que la ciencia avanza cada vez se nos van planteando nuevos interrogantes.
Tradicionalmente la religión ha proporcionado consuelo a nuestras ansias de saber y ha tranquilizado nuestra conciencia. Hemos aceptado sus inconsistencias porque creer en algo es útil y tremendamente práctico (eficacia y eficiencia combinadas). ¡Que bien se manejan las masas manipulando sus creencias!.
Es evidente que nos podemos revelar contra este planteamiento y dejar que la ciencia vaya pacientemente desvelando los enigmas que hasta ahora nos han llevado a la religión. Pero a mi juicio hay que ser cuidadoso. No hemos de pretender que la ciencia se convierta en una nueva religión, pues no estaremos resolviendo nada, simplemente cambiaremos de dios.
En fin, te recomiendo que veas el documental para que saques tú mismo tus propias conclusiones. Y si te gusta quizás también quieras ver la versión extendida, que se llama “Dentro de la madriguera”
Confiemos en que el método científico vaya resolviendo todos los enigmas que nos envuelven y si el proceso es lento no hay que ser impaciente, siempre podremos ir anticipando soluciones, siempre nos queda la ciencia ficción.
Saludos.
miércoles, 7 de enero de 2009
El truco final: El prestigio (magia de ciencia ficción)
Entonces, situados ya en época y contexto, tal como dijo Jack el destripador “vayamos por partes”.
Se trata de una interesante historia basada en la novela “El Prestigio” de Christopher Priest (autor también de “eXistenZ”), que nos narra la rivalidad de dos magos, Robert Angier (Hugh Jackman) y Alfred Borden (Christian Bale), enfrentados en lo personal y en lo profesional. Cada uno en su estilo busca conseguir el triunfo y para ello, además de esmerarse en conseguir el truco perfecto, se esfuerzan en desprestigiar al otro. En su desesperada búsqueda Angier decide recurrir a Nikola Tesla, que ya tiene cierto renombre por sus experimentos con la electricidad. El polifacético inventor austrohúngaro (curiosamente interpretado por David Bowie) le acaba proporcionando una máquina fantástica que le puede ayudar a conseguir el éxito ansiado, pero que manejada con la obsesiva idea de perjudicar a Borden, sólo le proporciona desgracias. Si has visto la película ya sabrás por qué y si no, pues te dejo que lo descubras tú cuando la veas. Uno de los encantos de esta intrigante película es ver cómo termina e intentar adivinar el final.
Sin desvelarte nada he de decir que a mí el final, aunque imaginativo, me pareció bastante forzado… muy forzado. Por una parte te explica por qué Sarah Borden (Rebecca Hall) estaba tan despistada respecto a las reacciones de su marido, aunque yo sigo pensando que la explicación no es creíble.
Por otra parte te das cuenta del tremendísimo sacrificio que ha tenido que hacer Angier para vengarse de su rival. Y si lo suyo no me parecía creíble esto lo es mucho menos. Puestos a financiar a Tesla para que te hiciese una maquinita, ya podías haberle pedido que funcionase mejor o que por lo menos no perdieses tanto cada vez que la pones en marcha. Creo que para conseguir un gran efecto dramático se ha jugado con la credibilidad, si no con la tecnológica, sí con la psicológica.
De manera similar a lo que hicieron en “Memento”, Christopher Nolan y su hermano Jonathan, juegan con la secuencia temporal del guión mezclando imágenes de presente y pasado, lo que te despista un poco hasta que te das cuenta de la estrategia narrativa.
El reparto de la película es excelente y creo que muy bien elegido. A Hugh Jackman le van los papeles dramáticos (recordad su interpretación de “Lobezno” en X-Men) y a Christian Bale también, además ya ha trabajado otras veces con Nolan, ya que ha interpretado a Batman en “El caballero oscuro” y “Batman begins”.
Tener a Michael Caine entre los actores siempre da “prestigio”. Rebecca Hall y Scarlett Johansson también destacan por su interpretación. Todos ellos han merecido diversas nominaciones en premios cinematográficos. Particularmente me gustan las apariciones de David Bowie interpretando a un hierático Nikola Tesla, no sé si intencionadamente o que el cantante británico es así de “seco”.
La aparición del personaje del inventor le da a la película un exótico toque científico, ya que su figura está aún rodeada de un halo de misterio. En el argumento del film podemos encontrar un paralelismo, no sé si intencionado, entre la rivalidad de los dos magos y la que experimentaron el propio Tesla y Edison que trabajaron juntos una temporada pero que después se separaron irreconciliablemente por sus diferentes convencimientos tecnológicos. Tesla defendiendo las ventajas de la corriente alterna y Edison de la continua, comenzando así la llamada “Guerra de las corrientes”.
Además al enigmático Tesla se le atribuyen toda una serie de mitos tecnológicos, desde la posibilidad de generar energía eléctrica de manera inagotable, que se podría conducir a cualquier parte del mundo sin cables, utilizando la ionosfera. Hasta el hecho de que la explosión de Tunguska fuese debida a un experimento suyo.
Todo ello hace que el inventor sea frecuentemente citado en libros, películas y videojuegos en los que se especula con los misterios científicos y que por ejemplo un grupo musical californiano haya tomado su nombre reivindicando su figura en las canciones que compone.
En definitiva, mi impresión personal es que es una muy buena e interesante película, con un argumento que te atrae desde el principio, pero que genera unas expectativas que el final no cumple, lo que no obsta para que sea una película que merece ver, así que pulsa aquí si quieres que te avisen cuando la pongan por televisión.
Saludos.